Al enterarme que en un partido de la segunda categoría de la provincia de Tungurahua, el Pelileo SC goleó 41-1 al Indi Native, pensé que había un error en la información. Inmeditamente vía twitter, solicité la verificación de la noticia a la periodista ambateña Pamela Jurado (@Pame_Ju) quien ratificó la misma.
Tras sorprenderme por lo abultado y raro del marcador, inmediatamente adopté el papel de "abogado del diablo". Y es que algo así no puede pasar como una simple noticia "novedosa", por supuesto que no. Este partido debe ser investigado por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), para determinar si existió o no algo sospechoso que debiera merecer sanción, Todo esto en beneficio del fútbol ecuatoriano.
En el video del partido se puede apreciar cómo los jugadores del Indi Native no se esfuerzan por marcar a los del Pelileo, lo cual hace que mis dudas crezcan. Fíjense cómo en el video los relatores se ríen, de manera burlezca, del accionar del arquero del Indi Native, por ejemplo. La pasividad es tal que me pongo a pensar si en los partidos de fútbol callejero que jugaba en mi barrio había algo parecido. La respuesta sale de mi memoria con convicción: por supuesto que no! En el barrio, en canchas de asfalto, tierra, potreros, cemento, "matábamos" al disputar una pelota, por eso regresábamos a casa con las zapatillas rotas, los pantalones del calentador rasgados, las rodillas y los codos rasmellados y el rostro aún con gotas de sudor confundidas con la tierra que nos lanzaba el viento al rostro. Esos eran partidos donde estaba en juego el honor deportivo de los vecinos.
Es por ello que me cuesta aceptar este tipo de resultados en el fútbol "profesional" ecuatoriano y mucho menos aceptar que el acontecimiento pase desapercibido así porque sí.
Este resultado merece que la FEF haga las investigaciones del caso con el inspector del partido, árbitros, dirigentes, jugadores.
Y si el resultado sorprende, la posición de cierta prensa también, o quizás no, por la ligereza de su accionar. He leído que algunos medios y periodistas hablan de posible récord mundial del 44-1, así sin más ni más, sin siquiera hacer el ejercicio básico de cuestionarse.
Este es un buen tema de investigación que la prensa deportiva debería ejecutar inmediatamente y dejar esos criterios peregrinos de "rércord mundial", como si se enorgullecieran que este tipo de cosas sucedan en nuestro fútbol. Este 44-1 no es para enorgullecerse de nada. No es normal y por ello hay que investigar qué pasó. Si la investigación arroja como resultado que el Pelileo es un equipo súper dotado capaz de hacer 44 o más goles al rival que se le ponga en frente y que el Indi Native es un equipo con jugadores que no saben para qué sirve la pelota, perfecto, así quedará regstrado en los libros de la historia.