Uno de los equipos chicos que año a año complica a los grandes y siempre está peleando arriba es el Olmedo.
Los riobambeños buscan esta temporada dejar atrás la imagen del año pasado cuando estuvieron al borde del descenso. Por eso la directiva se esmeró en contratar a jóvenes y prometedores refuerzos nacionales y extranjeros.
Tal es el caso del volante argentino Gabriel Méndez quien desde el primer partido empezó a poner en ridículo a algunos lentos defensas que militan en el balompié nacional.
Lamentablemente uno de estos defensores "troncos" no vio con agrado que Méndez lo baile cuantas veces quería y lo lesionó, alejándolo así de las canchas por espacio de un mes. Afortunadamente queda poco para que el argentino vuelva a jugar.
Olmedo, de la mano de Dragan Miranovic, empezó bien el torneo y promete más de lo mostrado. Con seguridad va a pelear con autoridad un cupo para la liguilla final.
Los riobambeños buscan esta temporada dejar atrás la imagen del año pasado cuando estuvieron al borde del descenso. Por eso la directiva se esmeró en contratar a jóvenes y prometedores refuerzos nacionales y extranjeros.
Tal es el caso del volante argentino Gabriel Méndez quien desde el primer partido empezó a poner en ridículo a algunos lentos defensas que militan en el balompié nacional.
Lamentablemente uno de estos defensores "troncos" no vio con agrado que Méndez lo baile cuantas veces quería y lo lesionó, alejándolo así de las canchas por espacio de un mes. Afortunadamente queda poco para que el argentino vuelva a jugar.
Olmedo, de la mano de Dragan Miranovic, empezó bien el torneo y promete más de lo mostrado. Con seguridad va a pelear con autoridad un cupo para la liguilla final.
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