domingo, 11 de octubre de 2009

¡NOS ROBARON!



Es el titular más apropiado para describir lo que sucedió ayer en el estadio Olímpico Atahualpa, donde la selección de Uruguay venció 2-1 a la de Ecuador en la penúltima jornada de las eliminatorias mundialistas sudamericanas.
¿Quién nos robó? El árbitro brasileño Sergio Fagundes, por supuesto, dsn duda alguna. Es cuestión de revisar todo lo acontecido durante el partido y se puede concluir que hubo un marcado favoritismo del referi hacia los uruguayos y, por ende, en desmedro de los ecuatorianos.
A Fagundes no le tembló la mano al momento de sacar tarjetas amarillas para los ecuatorianos Cristian Noboa, Antonio Valencia, Walter Ayovi, Jefferson Montero y Marcelo Elizaga, mientras que fue contemplativo con los uruguayos y apenas amonestó a Diego Lugano.
Algo que resultó increíble fue cuando Antonio Valencia anotó el gol para la Tricolor y, con obvia razón, festejó ruidosamente con sus compañeros, con la tribuna, pero sin despojarse de la camiseta. Inmediatamente el árbitro Fagundes le exhibió la cartulina amarilla por excesos en el festejo. ¡Qué rididulés! ¡Qué robo!
Cuando los uruguayos anotaron sus goles festejaron de igual o mayor forma que Antonio Valencia, y no fueron amonestados, como tampoco vieron la cartulina amarilla en faltas similares o más fuertes cometidas por los ecuatorianos que sí fueron amonestados.
La quema excesiva de tiempo y la constante paralización del juego de los uruguayos nunca fue amonestada por Fagundes quien incluso, se sometía ante los reclamos airados de los charrúas y se escondía en la indiferencia ante el pedio de explicaciones de los ecuatorianos.
Es cierto que el árbitro no cobró una falta penal sobre un uruguayo, pero no es menos cierto que en los últimos minutos del partido cuando el resultado estaba 1-1, no pitó una mano penal totalmente clara por parte de Sebastián Eguren tras centro de Antonio Valencia desde la derecha. La mano abierta de Eguren se interpuso en la trayectoria normal de la pelota y eso es penal clarísimo, pero Fagundes se hizo de la vista gorda, dejó que siga el juego y a reglón seguido en un contragolpe, Edison Cavani fue muy astuto para lanzarse en el área ecuatoriana simulando un fuerte contacto del arquero Elizaga con él. ¿Qué creen? El árbitro dio penal a pesar de estar muy lejos de la jugada y no tener el ángulo visual suficiente para determinar tal falta.
Fue un robo descarado, en nuestra propia casa, sin justificación alguna. Fue una actuación mediocre del brasileño Fagundes que se puso la celeste de Uruguay para favorecerleo y acabar con las posibilidades de Ecuador de clasificar al Mundial Sudáfrica 2010.
Pero aún queda una batalla, la Tricolor deberá visitar a Chile en Santiago y ahí se juega su última posibilidad de acceder al mundial africano aunque sea por intermedio del repechaje.
¡Vamos Ecuador!

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