Desde Bad Kissingen
Esta ciudad es sinónimo de tranquilidad, paz. Ningún ruido se escucha tan fuerte como el canto de los pájaros. Se respira mucha pasividad, el contacto hombre-naturaleza es ferviente, directo y constante.
Badd Kissingen es una ciudad verde, Alemania es un país verde. Toda su geografía, al menos la que he recorrido en este poco tiempo, está llena de vegetación, de árboles, pasto, jardines, etc.
Esta hermosa ciudad, que acoge a la selección ecuatoriana de fútbol, tiene, en su gran mayoría, a habitantes de la tercera edad. Es una urbe hecha prácticamente para ellos. Aparte su arquitectura es extraordinaria con casas construídas bajo el estilo típico alemán.
Es totalmente saludable, tant física como espiritualmente, salir a dar un paseo por las calles de Bad Kissingen. La paz interior que se siente es única, y que no había experimentado en otros lugares. Se produce un reencuentro con el YO hay un acto de contrición que puede durar segundos como varios minutos.
Esta es una ciudad que la he aprendido a respetar por todo lo que he dicho y a querer y admirar por similar ciscunstancia.
Ya les seguiré contando de esta ciudad y de alemania en sí.
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