Al fútbol lo entendemos como una fiesta en la que disfruta el pobre y el rico sin distinción dee nacionalidades ni razas.Así vivimos la previa del partido entre Ecuador y Colombia en el estadio Olímpico Atahualpa, con hinchas de dos pueblos que siempre han tenido los lazos de amistad muy fuertes.
La muestra más palpable de todo esto fue la presencia de un hincha oriundo de Medellín quien llegó a Quito luego de viajar 25 horas en bus con un objetivo muy hermoso: rendir homenaje a la mujer.
Este colombiano cuenta que este proyecto ya lo ha llevado por todo su país y ahora lo quiere extender a Sudamérica. Consiste en entregar una flor y un corazón elaborado en espuma flex a todas las mujeres que asistan a los estadios de fútbol.
Ojalá que este homenaje a la mujer se pueda extender por toda Sudamérica como es el deseo de este colombiano y que así sigamos viviendo la fietsa del fútbol entre hermanos.
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